En momentos en que los mercados han tocado o se encuentran cerca de máximos históricos, uno podría sentir que invertir es más fácil que nunca. Durante tiempos como estos, es crucial prestar atención a lo que uno debe evitar hacer.
¿Cómo se convierte uno en un mejor inversionista? Aprenda los principios fundamentales. Estudie a los maestros. Busque consejos de calidad. Sin embargo, algunas de las operaciones más importantes de la inversión son los actos que uno no realiza, los pronósticos que uno no lee, los consejos que ignora y los sentimientos que rechaza.
A continuación, nueve errores que debe evitar:
01.- Sentir demasiada certeza. Pensar que uno “sabe” lo que va a pasar con una acción, o el mercado, lo colocará en la vía rápida hacia el arrepentimiento. No hay certezas en los mercados, solamente probabilidades. Es mucho mejor confiar en alguien que dice que hay una probabilidad de 60% de que un mercado aumente este año que en alguien que lo garantiza.
El cementerio de las malas decisiones de inversión está lleno de gente que no dejó un margen para el error en sus pronósticos.
02.- Extrapolar el pasado reciente al futuro. La gente tiene un deseo incontrolable de pronosticar, y a la mente le encanta seguir el camino de la menor resistencia. El pronóstico más fácil, y a menudo más común, es dar por hecho que el futuro se asemejará al pasado reciente.
Después de que las acciones suben —como ha ocurrido recientemente— los inversionistas suponen que seguirán creciendo. Después de que las acciones caen —como ocurrió en 2008, después de que Lehman Brothers se declaró en bancarrota— extrapolan y proyectan mayores descensos.
Esto podría funcionar durante un tiempo, pero los puntos de inflexión del mercado tienden a ocurrir cuando la convicción de que un mercado alcista o bajista continuará se encuentra en su punto máximo. Aunque los pronósticos se trazan en líneas rectas, la historia avanza en ciclos y saltos repentinos.
03.- Personas que venden productos financieros por comisión. Como dice el dicho, “Nunca le preguntes a un peluquero si necesitas un corte de pelo”. La respuesta es sumamente predecible. Asimismo, nunca le pregunte a un corredor que trabaja por comisión si comprar o vender un producto financiero es una buena idea.
El interés personal es una de las fuerzas más poderosas en el mundo y puede influenciar a personas que normalmente serían buenas y honestas a colocar su billetera antes de la suya. La asesoría financiera exclusivamente por tarifa fija (y por tanto, sin comisión) es la mejor opción en la mayoría de los asuntos financieros.
04.- Sentirse más inteligente tras un alza del mercado. Todos adoran un mercado alcista. Se puede ganar dinero sin mucho esfuerzo. Pero ese sentimiento puede ser peligroso, ya que aumenta su confianza más que su habilidad.
Si ha tenido un gran desempeño como inversionista en los últimos cinco años, deje su ego a un lado. Casi a todo mundo le ha ido bien. La verdadera prueba de la destreza del inversionista es la manera como reacciona a momentos de pánico y tensión.
05.- Sentirse como víctima tras una caída del mercado. Después de toda caída grande del mercado vienen las acusaciones. La gente le echa la culpa a Wall Street, a los operadores de alta frecuencia, a los políticos y a los corredores bursátiles. Lo cierto es que todas las personas que tienen acciones se han inscrito en un juego con una historia de repetidos colapsos, desplomes, retiradas y mercados bajistas. Es a norma.
Entre más víctima se sienta tras una caída en el mercado, será menos propenso a aprender cuán inevitables y normales son estas caídas. Aprenda más y quéjese menos, y tendrá mejores resultados a largo plazo.
06.- Impaciencia. La inversión requiere, más que nada, paciencia y disciplina. Pero a menudo atrae a los impacientes e impulsivos.
Los mercados tienden a producir retornos sólidos a largo plazo, pero el deseo de hacer avanzar a esos retornos y ganar más dinero en el momento, hoy mismo, ha causado más miseria y remordimiento que quizás ninguna otra cosa en este negocio. Extender su horizonte temporal es una de las mejores cosas que alguien puede hacer para mejorar sus resultados de inversión.
07.- Dejar que sus perspectivas políticas guíen sus decisiones de inversión. No permita que sus perspectivas políticas influencien sus decisiones de inversión. Por supuesto, deje que sus valores orienten sus selecciones, invirtiendo, por ejemplo, en energía ecológica, o evitando a empresas tabacaleras. Pero tome en cuenta que los mercados al final de cuentas son impulsados por las ganancias corporativas de largo plazo, mientras que la política al final de cuentas es impulsada por el ciclo electoral de dos años.
08.- Preocuparse de cosas que no puede controlar. No tiene control sobre lo que la Reserva Federal hará en el futuro, quién ganará las próximas elecciones, o si una empresa cumplirá con sus expectativas de ganancias, las decisiones de producción petrolera de la OPEP o el informe laboral del próximo mes.
Por otro lado, si tiene control sobre sus propias expectativas, distribución de activos, reacciones a la volatilidad del mercado, y la gente que elige escuchar para recibir consejos financieros. Utilice el tiempo y energía que dedica a la primera para mejorar la segunda.
09.- Negarse a cambiar de opinión cuando los hechos cambian. Entre los expertos financieros, se otorgan puntos por seguridad y consistencia. La gente adora a los expertos que golpean la mesa y predicen el futuro sin titubear ni un poco. En efecto, en 2013, dos estudiantes de estudios avanzados en economía de la Universidad del Estado de Washington mostraron que la seguridad superaba a la precisión al evaluar la popularidad de las predicciones de expertos.
Aunque la consistencia y la seguridad son entretenidas, la humildad y la mente abierta ofrecen mejores consejos. El analista que no teme decir “no sé” y “he actualizado mis pronósticos ahora que la información ha cambiado” quizás nunca sea popular, pero es al que debería escuchar.